COLOQUIAL
El
pasado 23 de Enero de 2014 cuando Venezuela recordaba la valentía y el guáramo que
tenían los militares de esa época y se atrevieron a derrocar al General Marcos Pérez
Giménez, bueno, los que verdaderamente se acuerdan de la historia del país, ocurrió
en la Universidad Santa María un robo donde dos antisociales de 19 años de edad
atacaron a una estudiante de la escuela de Comunicación Social para despojarla
de sus pertenencias. Hoy es 29 de enero y seguro tú, lector, ya olvidaste este
acontecimiento porque no te afecta directamente, la víctima no es una figura
pública y esta serie de hechos lo consideramos normal en un “país” como
Venezuela, las comillas son intencionales.
Estudiar
una carrera en el país equivocado
En octubre
de 2013 secuestraron en la Universidad Católica Andrés Bello a una estudiante
de Comunicación Social, este lunes 27 de Enero drogaron a tres alumnos que apenas
iniciaban su vida universitaria en la misma casa de estudios, con la finalidad
de quitarles las pertenencias, si hubiesen tenido carro probablemente también
serían victimas de secuestro.
Casualmente
todos estos acontecimientos han sido en la carrera de Comunicación Social, puede
decirse que representan un pedacito del país. Es decir, la UCAB o la USM simbolizan
a Venezuela, sus estudiantes son los venezolanos que transitan por las calles
del país y los dos, tres o cuatro delincuentes son los miles de antisociales
que azotan la ciudad. ¿Qué hacen las autoridades de las instituciones? Tapar el
sol con un dedo. Hablar vagamente del hecho porque se hizo público, tomar “medidas”
por determinado tiempo y después olvidar lo ocurrido. Si las autoridades del
país lo hacen, qué esperamos de estas pequeñas instituciones que tienen menor apoyo
en todos los sentidos, hay problemas mas significativos como por ejemplo la
ausencia del papel periódico, la autocensura, entre otros. Pregunto nuevamente:
¿qué acción esperamos de estas pequeñas instituciones que no son tomadas en
cuenta?
De tal palo, tal astilla
Los entes
gubernamentales son el ejemplo de una nación. No es un secreto que la
delincuencia se ha acrecentado en los últimos años pero esto no debería
indignarnos ni sorprendernos, debemos preguntarnos: ¿Quiénes están al mando del
país?
Lamentablemente
adquirimos patrones de lo que vemos como una “autoridad”, reconocida o no, pero
solo los débiles se quedan silentes ante un hecho que va en contra de nuestros
principios como sociedad, ante medidas oportunas para unos cuantos pero
perjudiciales para la mayoría. Uno de los problemas del venezolano es que pensamos
individualmente, solo queremos nuestro propio beneficio. Como ejemplo tenemos a
algunos militares que se han ocupado únicamente de recibir y mientras ellos se encuentren bien nunca
alzarán su voz ante las injusticias que padece el ciudadano común y no
respetarán el compromiso de velar por el bienestar de todos los venezolanos. Y el
otro problema es que esperamos a que alguien reconocido nos proporcione una
solución, señores, la solución es: DESPERTAR.