lunes, 28 de enero de 2019

Cambio, ¿otra vez tú?



¿A quién no le gusta el confort?



Ya perdí la cuenta de cuántas veces he salido de mi zona de confort en estos dos últimos años. Cuando logro medianamente una estabilidad o rutina, viene un cambio que me grita: “Ey estás viva” ¡Muévete! Muchas veces no entiendo por qué me tengo que mover, si estoy bien ¡que ladilla! Pero, no saben cómo agradezco pasar por esa montaña rusa, por esos retos que me ponen los pies en la tierra.




La comodidad crea tradición, la incomodidad trae TRANSFORMACIÓN. 




El cambio demanda una reestructuración de la vida, irrumpe con lo que está pasando para que te des cuenta de tu potencial interno. Cuando salí de mi país, fue increíble el descubrimiento, había todo un mundo dentro de mi que no conocía. Pensé que gracias a ese inicio ya había conocido lo que tenía que conocer, pero ahora viene otra fuerte sacudida y siento que hay mucho más por experimentar. No puedo conformarme con lo que ya conocí porque entendí que la búsqueda del autoconocimiento es constante, no para, y son los cambios o los coñazos los que te hacen reaccionar o caer en cuenta que no puedes dormirte. Tienes mucho para regalarle al mundo.




Cada cambio viene a poner a prueba quiénes somos. Trae una prueba de identidad ¿quién eres? El cambio viene a probarte para saber si lo sabes. Gracias a él lo descubrirás y como el cambio es constante siempre conocerás más cosas sobre ti. Lo que sí debes tener claro es que eres hijo de Dios y pase lo que pase, descubras lo que descubras eso no cambiará. Por ello, debemos dejar todo en sus manos y que se haga su voluntad.




Pasar por diferentes situaciones es lo que nos avanza hacia el futuro que Dios quiere para nosotros, aunque no entendamos los por qué, debemos enfocarnos en el para qué. Por todos lados nos presionan las dificultades pero si logramos ser espiritualmente fuertes nada podrá tumbarnos.




No les miento, comenzar de nuevo me ha dado miedo, lloro, me cuestiono, muchas veces no lo entiendo. Pero Dios siempre ha estado para mi, se que para ti también y tarde o temprano nos mostrará para qué hizo ese giro de 180 grados en tu vida. Estoy convencida que es para transformarte, hacerte fuerte y porque lo mejor está por venir.




Gracias por leerme.





Adriana Samaniego