viernes, 6 de abril de 2018

Emigrar

“Los emigrantes son unos héroes” Alberto Barradas.

Venezolanos en tierra prestada

Venezuela pasa por el peor momento histórico que puede atravesar un país. Desabastecimiento, la mayor inflación del mundo, corrupción, narcogobierno, crisis hospitalaria, hambruna, presos políticos, desnutrición, niños abandonados y mil pesadillas más. Aparte, es interesante mencionar cómo el gobierno logró conseguir una oposición hecha a su medida, tan nefasta, tan de la misma calaña y con el mismo grado de culpabilidad.

Por lo tanto, gran parte de la población ha tenido que salir del país en busca de mejores condiciones de vida. Esto trae consigo un sinfín de cambios emocionales, personales, económicos y de status, difíciles de manejar, sobre todo alejarte de tus seres queridos.

El 30 de marzo 2018 asistí a un conversatorio realizado por unos de mis psicólogos favoritos, Alberto Barradas @psicovivir. Odiado por muchos y amado por otros. Caracterizado por ser tajante, sin filtro, es decir, REAL. Sin rodeos, frontal, no muestra algo que no es, lo que es usual en redes sociales. Por eso logra mi empatía. Es ese amigo que te dice la verdad en tu cara, sin decoraciones, sin pinturita, el que te hace aterrizar sin falsas contemplaciones.

En fin, el tema principal abordado era cómo sobrellevar la lejanía y estar sin tu familia en el extranjero. Describe exactamente cómo te sientes en las distintas etapas del proceso de migración. Si bien es cierto que cada experiencia es distinta, el sentimiento es el mismo: estamos rotos.

Y ¿qué es estar roto? Sentir Felicidad-Tristeza-Culpa. Dejar tu vida atrás, cosas, personas, trabajo, para ir hacia una promesa. ¿Por qué le llamamos promesa? Porque pensamos que este nuevo país al que decidimos emigrar nos tiene un ofrecimiento solemne de un futuro mejor. Hago un comentario personal en este punto porque después de un tiempo fuera de mi país, entendí que aparte de un futuro, es un presente anhelado.

Es una promesa convertida en realidad, en la medida que empiezas a generar acciones para lograrlo. Él menciona que dichas acciones desencadenan estrategias como mecanismos de defensa, para poder subsistir emocionalmente y lidiar con las 3 palabras anteriormente expuestas (Felicidad-Tristeza-Culpa)

Estás feliz por comenzar una nueva vida, cuando vas por primera vez a un supermercado, cuando ves que “limpiando pocetas” puedes ayudar a tu familia. Enseguida te da tristeza no compartir personalmente con tus familiares los logros importantes, los cumpleaños, las navidades. También, sientes culpa al darte un gusto cuando tu familia aun no puede hacerlo. Y cuando empiezas a no sentir culpa por darte ciertos lujos, comprarte un vino “que no es necesario,” una pizza, unos zapatos nuevos, dices: ¡Qué bolas que no siento culpa” (comienzas a sentir culpa de no tener culpa) Qué trabalenguas ¿verdad? Pero así es la mente, las emociones, la vida.

Los asistentes al conversatorio, mencionaron algunos de estos mecanismos:
  • Hablarte y responderte: una señora expresó dolor al dejar a su hija y esposo en Venezuela, mientras ella trabaja duro para traerlos. Un día se levanta llorando y dice: “Me regreso, no puedo más, ¡esto es horrible!” de inmediato dice analiza: “¡Estás loca! Tú puedes lograrlo, tienes que seguir luchando y seguir adelante.” (3 meses de emigrante)
  • Decisión: una muchacha joven manifestó: “yo sé que no volveré, no quiero. En cualquier lugar estoy mejor y no tengo culpa, yo salí para sentirme feliz y es lo mejor que he hecho.” @Psicovivir respondió: perfecto, a eso saliste. Estás decidida, pero no lo publiques en redes porque tú tienes una realidad, la gente de allá tiene otra y serás juzgada, pensarán que eres egoísta y no es así, cada quien tiene su realidad. (5 años fuera del país)
  • Equidad-Justicia: otro mecanismo para convivir en el extranjero. Un caballero dijo: “yo me compro unos zapatos nuevos y también les mando un par a mi familia, en Venezuela nos enseñaron a conformarnos con un solo plato de comida y NO ¡yo no quiero eso!” Alberto responde: no lo hagas desde la culpa sino desde el amor. Para eso primero debes estar bien tú y así poder ayudar a los demás. Punto importante y clave.

Por otro lado, es importante destacar, que nosotros somos los que debemos adaptarnos a la cultura, a las normas sociales, a ser buenos ciudadanos y aceptar el cambio, la idiosincrasia del país. Este punto generó un cambio de perspectiva en mi, porque no entendía ciertas cosas en la personalidad del chileno (que no voy a describir.) Barradas comentó ¿por qué los chilenos son como son? Porque no van a permitir que los vuelvan a joder.

Se hicieron fuertes, el pueblo se unió, son exigentes, conocen su historia, respetan a sus héroes y no van a caer en los mismos errores, por eso trabajan en pro del desarrollo. Y es verdad, porque como él dice “si justificas la mediocridad, todo se volverá mediocre.”

Es por ello, que la invitación es saltar sin miedo o con miedo, pero hacerlo. No detenerse viendo el vacío, dar el paso hacia lo desconocido, porque estoy segura que todas nuestras decisiones aparte de tener un costo, tienen un beneficio invaluable: aprendizaje puro y duro.

Adriana Samaniego

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