martes, 17 de octubre de 2017

Libre



Caminando por el parque encontré una flor magenta, apartada del resto del jardín. Se veía tan tierna, independiente, floreciendo en un lugar donde ninguna flor se comparaba con su notable belleza. Erguida, con tallo grueso, raíces firmes y convicción palpitante. Nada parecía importarle, era ella dejándose acariciar por la brisa del viento, nutriéndose de energía y regalando un bello paisaje a todo aquel que pudiera contemplarla.

Aquella flor, había nacido en tierra bendita, se vio en la obligación de adaptarse al desorden de batalla que implica salir de su zona de confort. A pesar de que está en pie, en ocasiones los fuertes vientos la pueden tambalear. Ha sentido la lluvia, el calor, el intenso sol, pero su atinada capacidad de tolerancia la ha ayudado a sopesar todas las dificultades.

Imagen de Google
Qué agradable poder vivir en armonía, sin hacerle daño a nadie, ayudando al otro cuando tienes la oportunidad, sin sacar en cara las buenas acciones que realizas. Si vas a hacer algo, que sea de corazón, sin compararte, ni juzgar al resto. Tus acciones son tuyas y tienes la satisfacción de marcar tu presencia, transmitir tu escencia, apoyar con un gesto, una palabra, regalar una sonrisa. Eres libre al hacer lo que te apasiona, porque cuando la entrega es amorosa todo tiende a salir bien, a pesar de que puede ser un profundo riesgo. Pero, al arriesgarme ¡Soy libre!

Mientras tenga consciencia, respete al otro y sobre todo a mi misma ¡Soy libre!

¡Soy libre! 

Si mis acciones van en consonancia con la palabra.

¡Soy libre! 

Cuando respiro y recibo tantas bendiciones de Dios y del Universo.

¡Soy libre!

Porque puedo caminar, perderme y encontarme las veces que sea necesario.

¡Soy libre!
Al disfrutar una excelente comida, deleitarme con ricos sabores, aromas, contemplar instantes, gozar momentos.

¡Soy libre! 

Porque siempre existe la oportunidad de volver a comenzar.

Podemos ser tan libres como nuestra mente nos permita. Podemos ser tan felices con sólo encontrar un detalle satisfactorio en el día. "No todo es color rosa" eso ya lo sabemos, pero la invitación es a enfocarnos en ese pequeño instante positivo, en ese suspiro, en ese "buenos días" porque si nos enfrascamos en lo negativo esos pensamientos se convierten en energía, y la energía mueve montañas, mares, vientos. El universo absorbe todo lo que transmitimos, por eso es momento de enviarle buena vibra, evitar el egoísmo, el beneficio propio, agradecer más y pedir menos.

Date permiso de encontrar la libertad que mereces, aunque esta es subjetiva, es real. Existe dentro de ti. 

Adriana Samaniego




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